viernes, 3 de junio de 2011

Puerto Pirámides- Puerto Madryn - Enero 2009 I

Fuimos a Puerto Pirámides sólo por una noche, a conocer y nos volvimos. El día que nos tocaba volver, fuimos caminando hasta la lobería, con el calor y el camino que subía se hizo bastante largo el paseo, pero por suerte cuando llegamos arriba, el guardaparques quiso ser nuestro amigo y nos regaló una gaseosa, después nos contó su vida, nos prestó su largavistas, y hasta nos invitó a comer. Dijimos que no, a comer, y nuestro amigo nos consiguió transporte de vuelta a P.P. Volvimos con otro señor de sombrero y un grupo de turistas que nos dieron un lugar en su colectivo.
El problema fue cuando llegamos y nos enteramos de que el último colectivo para volver había sido el de las 11 y ya no había otro hasta las 19. En P. Pirámides no había más nada para hacer y teníamos que llegar a P. Madryn y sacar pasajes para seguir con nuestro viaje.
P. Pirámides es un lugar hermoso, con un playa y un atardecer increíbles. Y tiene dos calles, una que va a la playa y otra que va derecho. La intersección entre esas dos calles es el centro, y además es el lugar para llegar y para irse. Para irse también se podía hacer dedo, estando ahi vimos que muchos levantaban el dedito un rato y entonces alguien los juntaba. ¿Por qué no?
Nos ubicamos y aparecieron, con la misma intención, dos chicas bastante más prolijas y arregladas a pararse 2 metros adelante nuestro, pero no nos desanimamos, al rato alguien las juntó y la esquina fue toda nuestra. Pasó de todo, gente que nos ignoró, gente que nos miró feo, gente que no tenía lugar y entonces ponía cara de que si hubiera tenido lugar nos hubiera juntado, hasta que pasó un auto y frenó.